"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
CNSE: 75 años haciendo historia
Por Concepción Mª Díaz Robledo. Presidenta de la CNSE
14/12/2011
El pasado 24 de septiembre, la CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas, celebraba su 75 Aniversario acompañada por 4.000 personas sordas de todos los puntos de España, 80 voluntarios y voluntarias, más de 50 representantes de diversas fuerzas políticas, entidades del tercer sector y empresas colaboradoras, y 8.721 espectadores que a lo largo de la jornada siguieron la retransmisión en directo a través de Internet.
75 años cargados de ilusión y obstáculos, de lucha y éxitos, de reivindicación, pero ante todo, de la generosidad de hombres y mujeres sordos, niños, niñas, familias, jóvenes y mayores dispuestos a compartir con el mundo su lengua, su cultura, sus valores y sus anhelos.
Sin duda, la celebración de este 75 aniversario nos ha permitido acercar a la sociedad la labor realizada por la CNSE durante todos estos años. Una labor bien hecha que ha sido posible gracias a la cooperación de un movimiento asociativo fuerte y cohesionado que ha trabajado y trabaja sin descanso por alcanzar la plena igualdad de las personas sordas.
El año 2011 ha sido un año de premios y reconocimientos a toda una trayectoria
El 14 de junio, la Fundación CASER elegía el servicio de videointerpretación para personas sordas SVIsual como mejor proyecto de I+D en Dependencia por su contribución a la autonomía de este colectivo. Ya en octubre, nuestra Fundación recibía el Premio Nacional al Fomento de la Lectura, una distinción que el Ministerio de Cultura concede anualmente a aquellas entidades que destacan por promover el hábito lector entre ciudadanos y ciudadanas. Nuestro empeño por acercar los libros a las personas sordas era reconocido con una de las menciones de más prestigio en nuestro país.
Semanas después, el Ejecutivo otorgaba a la CNSE la Gran Cruz de Oro de la Solidaridad Social, un premio de gran relieve tanto a nivel nacional como internacional, que nos destacaba como ejemplo de trabajo y apoyo a los colectivos en riesgo de exclusión social. A este galardón se sumaba hace pocos días, el Premio de Honor con carácter especial cermi.es por nuestra exitosa defensa de los derechos e intereses de las personas sordas, y el nombramiento como Embajadores de la Accesibilidad que nos concedía el Ayuntamiento de Ávila por contribuir a la creación de un patrimonio artístico accesible en esta ciudad.
Asimismo, con motivo de nuestro 75 Aniversario, el Rey D. Juan Carlos recibía en La Zarzuela al Consejo de la CNSE, a los presidentes y presidentas de las distintas federaciones autonómicas que integran nuestro movimiento asociativo y a la presidenta de la Comisión de Juventud Sorda de la Confederación. 35 años después, la CNSE rememoraba un momento histórico para la entidad: el día en que Juan Luis Marroquín, primer presidente de la CNSE, entregaba al Monarca el libro de conclusiones del I Congreso Nacional de Sordos de España, celebrado en 1976 bajo la Presidencia de Honor de Su Majestad.
75 años después del nacimiento de la CNSE, el respeto a la diversidad sigue siendo nuestra bandera
Una vez más, las personas sordas hacíamos historia. Una historia marcada por la consecución de derechos y de conquistas irrenunciables, como el reconocimiento legal de la lengua de signos y la regulación de los medios de apoyo a la comunicación a través de la Ley 27/2007 de 23 de octubre, y por los avances realizados en materia de acceso a la educación, al empleo, a la cultura, a la información y, sobre todo, en la superación de los prejuicios y la visión limitante de la sociedad en torno a las personas sordas.
75 años después del nacimiento de la CNSE, el respeto a la diversidad sigue siendo nuestra bandera. Nunca hemos permitido que la falta de audición y la utilización o no de prótesis auditivas, sea lo que nos defina ni como individuos ni como colectivo. Al igual que ocurre con el resto de la población, entre las personas sordas hay niñas, niños, jóvenes, mayores, inmigrantes, mujeres, hombres, lesbianas, gays, trabajadoras y trabajadores, personas en situación de desempleo, con discapacidades añadidas, con creencias de todo tipo, etc. Todos y cada uno de ellos con sus demandas concretas, pero compartiendo una misma necesidad: acceder a la comunicación y la información sin barreras ni traba alguna.
Las personas sordas no queremos ni podemos retroceder a situaciones ya superadas que nos impidan disfrutar de esa igualdad de oportunidades que se sobreentiende a cualquier ciudadano o ciudadana. No vamos a permanecer al margen de aquellos cambios y transformaciones que afectan tanto a nuestra vida diaria como a la de nuestras organizaciones.
Continuaremos luchando para que se adopten las medidas oportunas que ayuden a prevenir y eliminar todo tipo de discriminación hacia los colectivos más vulnerables
Desde la CNSE seguiremos trabajando en los tres pilares básicos que conforman nuestra lucha y que no son otros que la mejora de los servicios para todas las personas sordas en todos los ámbitos, la labor de reivindicación e incidencia política, y el trabajo organizativo de nuestro movimiento asociativo.
Continuaremos luchando para que se adopten las medidas oportunas que ayuden a prevenir y eliminar todo tipo de discriminación hacia los colectivos más vulnerables, para que la Ley 27/2007 se cumpla, y para que la crisis económica, la falta de voluntad política o la ignorancia no se lleven por delante los derechos de las personas sordas. Derecho a acceder a la información y a la comunicación mediante servicios de interpretación y videointerpretación gratuitos las 24 horas del día todos los días del año; derecho al empleo, a una formación sin barreras y a una educación bilingüe en lengua de signos; derecho a contar con servicios de emergencia, teleasistencia y atención sanitaria accesibles; derecho a participar en la cultura, el ocio, el arte y la lectura y a disfrutar de una televisión plenamente accesible con subtítulos de calidad y con horas de emisión en lengua de signos dentro de la programación; derecho, en definitiva, a beneficiarnos de aquellos bienes, productos y servicios que como ciudadanos y ciudadanas que somos, deberíamos tener garantizados.
Las personas sordas hemos partido siempre de un contexto desfavorable, debiendo enfrentarnos a barreras de comunicación y a barreras psicológicas a menudo infranqueables, que históricamente han limitado el pleno ejercicio de estos derechos y han reducido considerablemente nuestras posibilidades de participación social.
La celebración de este 75 Aniversario, de estos 75 años de la CNSE haciendo historia, nos reafirma en el compromiso de nuestra Confederación y en la tarea de seguir aportando lo mejor de nosotros en este país, en Europa y en el mundo para lograr el respeto a la diversidad y contribuir a que todas y todos, como sociedad, continuemos creciendo hasta el día en que no haya colectivos en situación de desventaja, sino personas con las mismas oportunidades.
Si entonces no nos rendimos, ahora tampoco podemos permitirnos dar ni un solo paso atrás.